De entrada, la mezcla de melón con queso y bacalao a más de uno hará que arrugue el gesto preguntándose cómo puede estar rica esta mezcla de ingredientes tan antagónica y diferente. La idea la importé de una cena de cumpleaños que organizó mi amiga y vecina Beti en la que recuerdo una mesa alargada llena de platos con y sin comida, vasos de salmorejo, tortillas de patata, mojos de diferentes sabores y colores y en una esquina, una fuente con una ensalada que nos insistieron en que probáramos porque al parecer estaba estaba muy rica. Así fue cómo al probarla descubrimos una forma muy diferente de comer ensalada, sin lechuga, sin tomate y con fruta muy de verano como el melón. Le pedí la receta y ella a su vez, me remitió a El Comidista, de donde la había sacado. Quise hacerla desde el primer momento pero poniendo algo diferente que la distinguiera de la original y rompiera el molde de la monotonía de sabores esperados en una ensalada. El resultado a nosotros nos gusta mucho; el dulzor del melón va perfecto con el salado del queso y el sabor (tenue) del bacalao; es además muy muy fresca, entra sin sentir en días de calor y creo que puede ser un buen entrante cuando se trate de una comida copiosa.
Los ingredientes no principales de esta ensalada intenté que dieran más color que sabor, de ahí las frambuesas, las pasas y el perejil directamente de la ramita al plato con todo su aroma y color.
Tengo que decir que quise poner aceitunas negras que creo que son un aderezo riquísimo para esta receta pero olvidé comprarlas y cuando preparamos la receta era Domingo. Por eso las cambié por pasas, que no tienen nada que ver pero me aportaban el color negro a la foto y el resultado que obtuve no estuvo nada mal, aunque en realidad mi fotógrafo la prefiere con aceitunas.
No os privéis de probarla. Es muy apetecible en estos días de calor.
Ahí va mi receta.
INGREDIENTES
(Para dos personas)
- 250 gr de bacalao (en trozo o migas de bacalao)
- 2 rajas de melón
- Queso feta
- Almendras laminadas
- Aceitunas negras
- Frambuesas
- Uvas pasas
- Aceite de oliva
- Vinagre de manzana o frambuesa
- Sal y pimienta
- 1 lima (opcional)
- Perejil fresco
PREPARACIÓN
Poner a desalar el bacalao la noche anterior cambiando el agua por lo menos dos veces. Reservar.
Cortar dos rajas de melón, hermosas, y trocearlas en cuadritos.
Desmigar el queso feta.
Preparar una vinagreta con el aceite, el vinagre, la sal y la pimienta. Meterla en un bote con tapa o un biberón y agitarlo fuerte con la mano para que emulsionen bien todos los ingredientes.
Sacar el bacalao del agua, secarlo con papel absorbente y cortarlo en tiras.
Disponer en una fuente el melón, encima el queso y el bacalao en tiras. Echar unas almendras laminadas, las aceitunas y el perejil fresco bien picado. Colocar unas frambuesas y espolvorear ralladura de lima.
Rociar con la vinagreta y dejar en la nevera un buen rato antes de servir para que esté bien fresca.
Más cosas
El vinagre que he utilizado es de manzana, no quería un vinagre con un sabor demasiado fuerte que dominara mucho la vinagreta.
El bacalao que he usado era seco y salado; lo mantuve en agua durante más de doce hora y perdió prácticamente toda la sal.
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