Que levante la mano quien no disfrute de un buen plato de pasta aderezado con una buena salsa de tomate (casera a ser posible); a lo mejor me sorprendo y aparecen varias manos levantadas pero creo que no será el caso porque estoy segura de que este plato universal nos gusta a casi todos. Si la salsa además es una boloñesa, los macarrones se visten de fiesta y este sencillo plato se convierte en un festín para el paladar.

Desde mi punto de vista hay salsas que por su sabor y vistosidad dejan de ser un mero acompañamiento y elevan al ingrediente básico (en este caso, los macarrones) a la categoría de principal de lujo.

La salsa boloñesa adquiere su nombre de la región de Bolonia, de donde procede o de donde, al menos, se tienen las primeras recetas. En un principio parece que fue una salsa que al llevar entre sus ingredientes una buena carne solo se la podían permitir las familias adineradas aunque con el paso de los años pasó a formar parte de todos los recetarios familiares. En la receta original italiana hay ingredientes que no he utilizado en la versión que propongo, estos son el apio, la panceta o la leche. Parece ser que la carne se sofreía en la panceta, el apio formaba parte de las hortalizas y la leche supongo que se utilizaría para suavizar el conjunto aportando otra grasa aunque no he encontrado ningún dato acerca del posible beneficio de la leche en esta salsa y tampoco es ingrediente que aparezca en todas las versiones.

Espero con esta receta dar gusto a los que buscan en el blog recetas para todos los días, para incluir en el recetario familiar y poderlas adaptar a sus gustos. A veces, con un poco más de tiempo cambiar una sencilla salsa de tomate por una buena boloñesa nos evitará un segundo y lo que tardamos de más en hacerla compensa el tener que preparar un plato más.

Ahí va la receta.

INGREDIENTES

Para 4 personas

para la salsa:

• 500 gr. de carne picada de ternera
• Una nuez de mantequilla
• 3 cucharadas de aceite de oliva
• 1 cebolla
• 1-2 zanahorias
• 3-4 tomates muy maduros o tomate triturado natural en conserva
• Sal y pimienta
• Pizca de azúcar
• Perejil
• Albahaca

para la pasta:

• 360-400 gr. de macarrones
• Agua y sal

PREPARACIÓN

Para la salsa:

Pelar la zanahoria, cortarla en dos y picarla en cuadritos.

Pelar la cebolla y picarla finamente.

Disponer en una sartén el aceite de oliva y añadir primero las zanahorias; dejar rehogar 3 o 4 minutos y añadir la cebolla cocinándolas hasta que estén blanditas.

Mientras, poner en una sartén una nuez de mantequilla y rehogar en ella la carne salpimentada.

Cuando esté transparente la cebolla, añadir a la sartén la carne y sobre todo ello echar el tomate triturado (bien sea cortado en trozos y triturado o directamente en conserva).

Salpimentar a gusto, añadir la pizca de azúcar para corregir la acidez del tomate y dejar hacer la salsa a fuego lento al menos durante 30 minutos, moviéndola de vez en cuando. Tiene que quedar una salsa jugosa así que iremos controlando cómo va quedando y cuando nos parezca que está en su punto apagaremos el fuego.

Macarrones:

Cuando falte poco para terminar la salsa, poner una cazuela con abundante agua y sal y hervir los macarrones.

Servir los macarrones con la salsa bien caliente y espolvorear abundante queso parmesano rallado.

Mas cosas

En algunas recetas añaden apio junto a las otras hortalizas.

La carne puede ser mezcla de ternera y cerdo si se prefiere.

Yo utilicé 4 tomates muy maduros que me habían regalado; tienen un excelente sabor y son muy apropiados para salsa. Los troceé, los trituré y los colé para que eliminaran parte del agua que tenían.

La albahaca se puede añadir directamente a la salsa durante la cocción o bien al final, una o dos hojas frescas, sobre el plato ya presentado.