Cuando mi sobrina Mónica me preguntó por qué no estaba mi lasaña de siempre en el blog, me quedé un poco asombrada de que así fuera porque, precisamente, si hay un plato típico de mi casa, que aprendí hace un montón de años, que gusta mucho y que, además, es fácil de preparar y resuelve una comida que se puede dejar lista el día anterior, es este, así que no tenía excusa para no haberlo tenido en cuenta.
A veces, algunas comidas de las que todos hablamos, que conocemos y que hacemos con frecuencia se nos escapan transitoriamente de la memoria por una falsa creencia de que todo el mundo sabe hacerlas por su popularidad y no las damos la importancia que merecen.
Esta lasaña fue mi salvación muchos días de fiesta cuando tenía que ir a trabajar y me resultaba fácil dejar hecha una comida para todos; era un primero y un segundo y sabía que con ella se alimentaban estupendamente. Alguna vez la llevé a alguna guardia de domingo, inolvidables jornadas de trabajo en las que -si se podía- nos juntábamos para comer con lo que cada uno traía de casa. Mi lasaña fue viajera en más de una ocasión y nunca me dejó tirada.
Por todo esto hoy está aquí mi receta de lasaña; es un plato completo que va un poco más lejos de la conocida de carne y tomate frito; la salsa de carne boloñesa enriquece la pasta, la aromatiza gracias a ingredientes como el ajo, las setas o el vino o las hierbas aromáticas elegidas. La receta es sencilla: ingredientes buenos, pasos a seguir y tiempos a tener en cuenta para que el resultado sea el mejor.
Y ahí va.
INGREDIENTES
Para la salsa de carne:
- 2 cucharadas de Aceite de oliva
- 1-2 zanahorias
- 1 cebolla mediana
- 500 g de carne picada (ternera solo o mezclada con cerdo)
- 1/2 vaso de vino tinto
- 1 vaso de caldo (o agua en su defecto)
- 6 champiñones, setas variadas o una lata de champiñón (a gusto)
- 2 lonchas de Jamón York o serrano
- Perejil, albahaca
- 1 diente de ajo
- Sal
- 500 g de tomate natural triturado
- Placas de lasaña
- Queso parmesano rallado
Para la bechamel:
- Una nuez de mantequilla
- Una cucharada de aceite de oliva Virgen
- Dos cucharadas soperas de Maizena
- Sal
- Nuez moscada
- Una cucharadita (café) de coñac
- Leche (entre 500 y 800 ml)
PREPARACIÓN
Para organizarnos mejor y dado que son varios ingredientes, prepararemos todos antes de comenzar la elaboración del plato.
Para la salsa:
Picar finamente la cebolla; cortar en bastones las zanahorias y después en dados.
Lavar y cortar los champiñones o setas; si son de lata, escurrirlos muy bien y picarlos.
Cortar en trocitos las lonchas de jamón york y serrano.
Picar el diente de ajo.
Preparar el tomate pelado y triturado. Puede ser natural o ya en conserva.
Utilizaremos un caldo de pollo o ternera que podemos tener hecho con antelación; en su defecto, solo utilizaremos agua.
En una cazuela o sartén honda se echa el aceite de oliva y cuando esté caliente se añade la zanahoria cortada en dados; pasados cinco minutos se añade la cebolla picada finamente y se dejan pochar ambas hasta que se vea que está bien hecha la cebolla.
Se añade ahora la carne picada y se da unas vueltas para que se mezcle bien con las hortalizas.
Echar el vino tinto, remover con la cuchara raspando el fondo y mezclar bien con la carne. Añadir el caldo y remover de nuevo.
Echar a la cazuela el resto de ingredientes, es decir, las setas, el jamón, el perejil y la albahaca; sazonar ligeramente.
Rehogar todo 5 minutos.
Añadir el tomate triturado y el ajo picado y poner a fuego medio los 10 primeros minutos y cuando se vea que cuece (chup, chup) poner a fuego bajo durante 35 minutos para que la salsa se prepare despacio y los sabores se asienten bien. En total debe estar cocinándose unos 45 minutos, aproximadamente. En este paso probar el punto de sal y rectificar si fuera necesario.
Para la bechamel:
Poner en una sartén la mantequilla y el aceite; una vez calientes añadir la harina y remover con unas varillas; echar la sal, la nuez moscada y el coñac si se desea e ir añadiendo poco a poco la leche sin parar de remover y hasta que adquiera la consistencia deseada.
Para la lasaña, al ser una bechamel de cobertura no es necesario que espese más de la cuenta; debe quedar ligera.
Montaje de la lasaña:
Precalentar el horno a 200º
Preparar un molde rectangular o cuadrado apto para horno (pyrex, cerámica…) y engrasarlo con aceite o mantequilla.
Colocar una capa de salsa de carne en la base y encima las placas de lasaña; sobre estas placas poner más salsa de carne, encima salsa bechamel y espolvorear con queso abundante; seguir así sucesivamente con capa de pasta, carne y bechamel hasta que lleguemos al borde del molde. La última capa debe ser de carne cubierta por bechamel y queso.
Meter al horno precalentado a 200º, calor arriba y abajo, y dejar hasta que esté bien gratinada, aproximadamente 30 minutos. Si se queda poco tostada, los últimos 5 minutos poner solamente calor arriba.
Más cosas
Quizás alguien se extrañe porque la primera capa no sean placas de lasaña; pueden ponerse igualmente y seguir con la serie Placas-carne-bechamel. Yo lo hago así desde siempre y no se desmorona pero entiendo que alguien prefiera la base de pasta.
Uso habitualmente placas que no necesitan cocción; con meterlas 10 minutos en agua templada es suficiente. Incluso si ando con prisa las pongo sin remojar. En todo caso, conviene leer las recomendaciones del fabricante según la marca.
Recomiendo hacer la bechamel justo antes de verterla sobre las capas de carne, para que no se enfríe y por tanto no se solidifique.
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